Ser lo que somos

miércoles, 5 de mayo de 2010
Cuando no somos lo que somos, no somos nada. En otras palabras, vivir con realismo y profundidad nuestra vocacion sacramental que quiere decir no solo el seguimiento radical sino la configuración con Cristo-Esposo, para poder amar a la Iglesia-Esposa y a la humanidad-Esposa. Esto implica dos cosas con la fuerza del Espíritu por un lado, saerme Eucaristía existencial, y por otro, vivir el estilo del Evangelio.
Mi realidad produnda no es otra que estar, hacerme y sent¡rme configurado con Cristo par realizar un maravilloso intercambio expropiados existencialmente, ofrecemos a Cristo nuestra humanidad para que sirva como instrumento de salvación, hasta ser colocados en el lugar de Cristo . Diciendo sus palabras, repitiendo sus gestos , invocando al Espiritu , puesta toda nuestra total confianza en el Padre. La accion que el mismo Cristo provoca del Padre, por el Espiritu, se transmite por nuestra propia carne , por nuestras propias palabras, por nuestro gesto , por nuestra invocacion, por nuestra huella, . somos pues, cual es nuestra sorpresa, CARNE del Dios Trinitario.
Y no lo somos por y para nosotros, evidentemente , sino para los otros y la comunidad entera de creyentes en Jesús para todos.
Por eso nuestra identidad que hunde sus raices en el misterio de Cristo , nos hace ser siempre actuales . Nunca estamos desfasados o fuera de nuestro tiempo porque el hoy del cristiano está insertado en el hoy de Cristo y en el hoy de la humanidad misma.
La Iglesia ha recibido la misión de llevar a los hombres la Buena Nueva. Para el cumplimiento eficaz de esta misión, la Iglesia en América Latina siente la necesidad de conocer al pueblo latinoamericano en su contexto histórico, con sus variadas circunstancias. Este pueblo debe seguir siendo evangelizado como heredero de un pasado, como protagonista del presente, como gestor de un futuro, como peregrino al Reino definitivo.

La Evangelización es la misión propia de la Iglesia. La historia de la Iglesia

es, fundamentalmente, la historia de la Evangelización de un pueblo que vive en constante gestación, nace y se inserta en la existencia secular de las naciones. La Iglesia, al encarnarse, contribuye vitalmente al nacimiento de las nacionalidades y les imprime profundamente un carácter peculiar. La Evangelización está en los orígenes de esta Nuevo Mundo que es América Latina. La Iglesia se hace presente en lkas raíces y en la actualidad del continenbte. Quiere servir dentro del marco de la realización de su misión propia, al mejor porvenir de los pueblos latinoamericanos, a su liberación y crecimiento en todas las dimensiones de la vida. Ya Medellín recordaba las palabras de Pablo VI sobre la vocación de América Latina a "aunar en una síntesis nueva y genial lo antiguo y lo moderno, lo espiritual y lo temporal, lo que otros nos entregaron y nuestra propia originalidad"

tomado del Documento de Puebla.
Capítulo I:
VISIÓN HISTÓRICA DE LA REALIDAD LATINOAMERICANA
Los grandes momentos de la Evangelización en América Latina

La generación de pueblos y culturas es siempre dramática; envuelta en luces y sombras. La Evangelización, como tarea humana, está sometida a las vicisitudes históricas, pero siempre busca transfigurarlas con el fuego del Espíritu en el camino de Cristo, centro y sentido de la historia universal, de todos y cada uno de los hombres. Acicateada por las contradicciones y desgarramientos de aquellos tiempos fundadores y en medio de un gigantesco proceso de dominaciones y culturas, aún no concluido, la Evangelización constituyente de la América Latina es uno de los capítulos relevantes de la historia de la Iglesia. Frente a dificultades tan enormes como inéditas, respondió con una capacidad creadora cuyo aliento sostiene viva la religiosidad popular de la mayoría del pueblo.(Ibidem número 6)
"La obra evangelizadora de la Iglesia en América Latina es el resultado del unánime esfuerzo misionero de todo el pueblo de Dios. Ahí están las incontables iniciativas de caridad, asistencia, educación y de modo ejemplar las originales síntesis de Evangelización y promoción humana de las misiones franciscanas, agustinas, dominicas, jesuitas, mercedarias y otras: el sacrificio y la generosidad evangélicas de muchos cristianos, entre los que la mujer, con su abnegación y oración, tuvo un papel esencial; la inventiva en la pedagogía de la fe, la vasta gama de recursos que conjugaban todas las artes, desde la música, el canto y la danza hasta la arquitectura, la pintura y el teatro. Tal capacidad pastoral está ligada a un momento de grande reflexión teológica y a una dinámica intelectual que impulsa universidades, escuelas, diccionarios, gramáticas, catecismos en diversas lenguas indígenas y los más interesantes relatos históricos sobre los orígenes de nuestros pueblos; la extraordinaria proliferación de cofradías y hermandades de laicos que llegan a ser alma y nervio de la vida religiosa de los creyentes y son remota pero fecunda fuente de los actuales movimientos comunitarios en la Iglesia Latinoamericana." /¡(Ibidem número 8-9)

0 comentarios:

Buscar este blog

 

Navega